El Congreso de México aprobó la Ley contra la Extorsión, un cambio legal muy importante que busca combatir este delito con castigos mucho más duros. La Cámara de Diputados dio su visto bueno final al proyecto, el cual ya fue enviado al Poder Ejecutivo para que lo firme y se publique en el Diario Oficial de la Federación, lo que significa que pronto entrará en vigor en todo el país.
El cambio más relevante es que la pena de cárcel por extorsión simple subió de forma considerable. Antes se castigaba con 6 a 15 años de prisión, pero con la nueva ley, la sanción será de 15 a 25 años. En los casos más graves, la pena máxima puede alcanzar hasta los 42 años de cárcel.
Otro punto clave es que la persecución de este delito podrá comenzar de inmediato, incluso si la víctima no ha presentado una denuncia formal ante el Ministerio Público.
Además, la ley endurece el castigo para los policías o funcionarios de prisiones que no reporten estos delitos, con penas de 10 a 20 años de prisión. También se incluyó la tipificación de las llamadas telefónicas extorsivas, que frecuentemente se realizan desde las propias cárceles usando celulares introducidos de forma ilegal.
Durante el debate, legisladores de los partidos de oposición (PAN y PRI) señalaron que ya habían advertido previamente al partido en el poder (Morena) sobre la necesidad de aumentar las penas para evitar que los extorsionadores pudieran ser liberados, reconociendo el acierto del Senado al corregir las fallas técnicas iniciales del proyecto. El coordinador de Morena, Ricardo Monreal Ávila, defendió el proceso, explicando que es normal en un sistema de dos cámaras que una revise y corrija los actos de la otra.

