15 de enero de 2025

Misa Jueves Santo | Papa Francisco: “No podemos olvidar que somos pastores del pueblo”

*El obispo de Roma celebró la misa del Crisma junto a 1.800 sacerdotes de su diócesis para abrirles el corazón, dejando sus consejos más personales y superar el inevitable desánimo*

El Papa Francisco durante la homilía de la Santa Misa Crismal, celebrada en la Basílica Vaticana, este Jueves Santo, entre sus reflexiones, manifestó: “El sacerdocio no crece remendándose, sino desbordándose”. El Espíritu Santo abarca la completa reflexión del pontífice, que recuerda, ante todo, las palabras con las que Jesús comenzó la predicación: “El Espíritu del Señor está sobre mí” Lc 4,18.

En el día en que nació el sacerdocio, el Papa habló de cuán hermoso es reconocer que, “Él está en el origen de nuestro ministerio, de la vida y de la vitalidad de todo pastor. De hecho, sin el Espíritu, dador de vida, tampoco la Iglesia sería Esposa viva de Cristo, si no, a lo sumo, una organización religiosa. No sería “el Cuerpo de Cristo”, sino un templo construido por manos humanas”.

¿Cómo, puede edificarse la Iglesia, si no es a partir del hecho de que somos templos del Espíritu Santo que habita en nosotros?  “No podemos dejarlo de lado o aparcarlo en alguna zona de devoción. Necesitamos decirle cada día: “Ven porque sin tu ayuda divina no hay nada en el hombre”.

“Por pura gracia”

El Papa Francisco manifestó a los presentes, “no es por méritos, sino por pura gracia, que han recibido la unción que los ha hecho padres y pastores del Pueblo santo de Dios”. Y es la unción del Espíritu el primer aspecto que desarrolla en su homilía. Recuerda la primera unción de Jesús, aquella en el vientre de María, y aquella en el Jordán después de la cual “toda acción de Cristo” se realizó con la copresencia del Espíritu Santo. 

Jesús y el Espíritu actúan siempre juntos, de modo que son como las dos manos del Padre que, extendidas hacia nosotros, nos abrazan y nos levantan. Y por ellas fueron marcadas nuestras manos, ungidas por el Espíritu de Cristo.

En su mensaje, el Papa abordó la crisis que afecta a los curas en cuanto decepción, frustración y sus propias debilidades. No obstante, Francisco los convocó a “no olvidar que somos pastores del pueblo” y no convertirse en clérigos de Estado.

«Es algo destilado, cuando el sacerdocio lentamente va cayendo sobre el clericalismo, y el sacerdote se olvida de que es pastor del pueblo para convertirse en clérigo de Estado», expuso.

El líder de la Iglesia católica también pidió a los sacerdotes a no ser instrumentos de división, sino a buscar nuevamente la armonía.

Con información de Nota de Prensa

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