Desde las primeras horas de este miércoles, miles de fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro, aguardando con devoción la apertura de la basílica para rendir su último homenaje al Papa Francisco.
A las 11:00 horas (9:00 GMT), las puertas de la basílica se abrieron, permitiendo el ingreso ordenado de los dolientes, quienes se acercaron al féretro para ofrecer un momento de silencio y oración.
El cuerpo del Sumo Pontífice fue trasladado desde la capilla de la residencia Casa Santa Marta hasta la Basílica de San Pedro en una solemne procesión, encabezada por el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell. El recorrido, que abarcó la plaza de Santa Marta, la plaza de los Protomártires Romanos y la Plaza de San Pedro, fue acompañado por miles de fieles, mientras las campanas repicaban con tono fúnebre y la plaza resonaba con aplausos en señal de respeto y cariño.
Una vez dentro de la basílica, el ataúd fue colocado frente a la tumba de San Pedro, en el altar de la Confesión, un lugar de profundo significado espiritual para la Iglesia Católica. Cardenales presentes se acercaron en parejas para rendir homenaje al pontífice.
Desde las 11:00 de la mañana (hora del Vaticano), el flujo de personas comenzó a ser constante, y se estima que durante los tres días de velatorio público, miles de fieles más pasarán por la basílica para despedirse del Papa Francisco.
El funeral, programado para este sábado, contará con la asistencia de numerosos líderes internacionales. En cumplimiento del deseo del Papa Francisco de simplificar los ritos funerarios, su cuerpo fue expuesto en un ataúd de madera abierto, prescindiendo de la tradición de los tres ataúdes y el catafalco ceremonial.
Con información de Nota de Prensa
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