La tensión entre la India y Pakistán ha alcanzado un punto crítico tras un nuevo ataque perpetrado por Nueva Delhi contra Islamabad en la madrugada del martes al miércoles (hora local). El saldo preliminar de este incidente es de al menos 36 personas fallecidas, incluyendo dos niños, y decenas de heridos, cerca de medio centenar. Pakistán reporta 26 de sus ciudadanos entre las víctimas, mientras que la India denuncia 12 bajas propias.
Según la información trascendida, el ataque se produjo sobre territorio pakistaní y la Cachemira bajo control de Islamabad. La India ha declarado haber destruido nueve campamentos terroristas en Pakistán, mientras que Islamabad informa del derribo de cinco aviones de combate indios y de impactos en seis áreas de su país, incluyendo proyectos hidroeléctricos y represas.
Este último ataque representa la escalada más grave en más de dos décadas entre las naciones vecinas, ambas con capacidad nuclear. Se produce en respuesta al atentado del pasado 22 de abril en Pahalgam, en la Cachemira controlada por la India, donde 26 turistas perdieron la vida. Nueva Delhi responsabiliza a Pakistán de este atentado, acusación que Islamabad niega rotundamente, solicitando una investigación independiente.
La versión india de los hechos de esta madrugada describe la operación como ataques focalizados destinados a desmantelar la infraestructura terrorista pakistaní, desde donde alegan se han coordinado acciones contra su territorio. Asimismo, aseguran que no se han alcanzado objetivos económicos, militares o civiles.
En contraste, Pakistán denuncia impactos en áreas civiles. El ministro de Defensa pakistaní, Khawaja Muhammad Asig, afirmó que las represalias «ya habían comenzado». Previamente, el ejército pakistaní había advertido que respondería «en el momento y lugar que elija».
El ministro de Defensa indio, Rajnath Singh, reaccionó al ataque con un mensaje en redes sociales que decía: «Viva la Madre India».
Consecuencias en el Tráfico Aéreo
Este nuevo conflicto ha provocado significativas alteraciones en el tráfico aéreo. En el momento de los hechos, 57 vuelos internacionales operaban en la región. Reuters informa que varias aerolíneas asiáticas han tenido que redirigir o cancelar más de dos docenas de vuelos con destino u origen en Europa. FlightRadar24 indica que 52 vuelos con origen o destino en Pakistán se han visto afectados. Adicionalmente, la India ha procedido al cierre de varios de sus aeropuertos.
La comunidad internacional observa con preocupación esta escalada de violencia entre dos potencias nucleares, instando a la calma y al diálogo para evitar una confrontación mayor.
Con información de Nota de Prensa
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