La Organización Mundial de la Salud (OMS) atraviesa un momento crítico tras los recortes de financiación impulsados por Estados Unidos, que han generado un déficit presupuestario de entre 560 y 650 millones de dólares para el bienio 2026-2027.
Así lo advirtió Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director de la OMS, quien anunció una reestructuración que incluye despidos y la reducción de operaciones, especialmente en la sede de Ginebra.
“La repentina caída de los ingresos nos ha dejado con una gran brecha salarial y sin otra opción que reducir la escala de nuestro trabajo y nuestra fuerza laboral”, expresó Ghebreyesus ante los Estados miembros, según una transcripción de su discurso.
El impacto, que representa cerca del 25% de los costos del personal, comenzará con recortes en la alta gerencia: “Estamos comenzando con reducciones en la alta gerencia”, precisó, aunque evitó detallar el número exacto de afectados.
La crisis tiene su origen en la decisión de la administración de Donald Trump de no pagar las cuotas de membresía, conocidas como “contribuciones evaluadas”, para 2024 y 2025, además de congelar gran parte de la ayuda exterior estadounidense destinada a proyectos de salud global.
“La negativa de Estados Unidos a pagar sus contribuciones para 2024 y 2025, sumada a las reducciones en la asistencia oficial para el desarrollo por parte de algunos otros países, significa que nos enfrentamos a una brecha salarial para el bienio 2026-27 de entre 560 y 650 millones de dólares”, lamentó Ghebreyesus.
El Director de la OMS no ocultó el impacto emocional de estas medidas: “Son decisiones muy dolorosas para todos nosotros”; mientras la organización se prepara para ajustar su estructura, el recorte de fondos amenaza con limitar su capacidad para responder a emergencias sanitarias y apoyar a países en desarrollo, incluido Venezuela, donde los programas de salud dependen en parte de la cooperación internacional.
La comunidad global observa con preocupación este giro, que podría debilitar la respuesta ante futuras crisis sanitarias; en el país, expertos advierten que la reducción de la asistencia internacional podría agravar los desafíos del sistema de salud, ya golpeado por años de dificultades.
La OMS, por ahora, busca adaptarse a un panorama financiero incierto con la esperanza de preservar su misión.
Con información de Nota de Prensa
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