El Secretario General de la ONU, António Guterres, rompió el silencio este martes para exigir un trato humano y legal hacia los migrantes deportados, con especial énfasis en los casos impulsados por Estados Unidos, que han afectado principalmente a venezolanos.
En un comunicado difundido por su portavoz adjunto, Farhan Haq, Guterres subrayó que estos traslados deben realizarse “respetando el debido proceso, sus derechos fundamentales y su dignidad más básica”.
El pronunciamiento llega en medio de la polémica por la deportación de 238 venezolanos y 23 salvadoreños, un tema que ha puesto en la mira las políticas migratorias estadounidenses; Guterres recalcó que los solicitantes de asilo “deben tener acceso a un proceso justo y eficiente y a procedimientos para dar seguimiento a su demanda”, mientras advirtió que “las personas que necesitan protección internacional no deben ser devueltas a un lugar donde se exponen a sufrir daños”; estas palabras refuerzan los principios de la ONU y la labor de la Agencia para los Refugiados (ACNUR).
Ante la pregunta sobre las acciones concretas de la organización, Haq expresó confianza en que ACNUR “seguirá explorando sobre el asunto”, sin embargo, aclaró que la agencia no intervendrá en procesos judiciales, aunque sí buscará vías para garantizar los derechos de los afectados.
“Pero ciertamente, y si hay un modo de tratar con los distintos países implicados para asegurarse de que se respetan los derechos de los refugiados, lo harán”, afirmó el portavoz, dejando abierta la puerta a una mediación internacional.
La declaración de Guterres resuena como un llamado urgente a la justicia y la humanidad, en un momento en que la diáspora venezolana enfrenta nuevos desafíos lejos de su tierra.
Con información de Nota de Prensa
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