Hoy 3 de agosto se conmemoran 216 años de la primera vez que el tricolor venezolano fue ondeado por el Generalísimo Francisco de Miranda, tras el desembarco de su expedición en la Vela de Coro.
Esta fecha fue establecida por el presidente Hugo Chávez, en su momento, en honor a Francisco de Miranda en agosto de 2006, puesto que anteriormente se celebraba cada 12 de marzo, por ser esa fecha el día en que el pabellón tricolor se desplegó por primera vez en la historia, aunque no en tierras venezolanas, sino en la rada de Jamel en Haití.
Fue reconocida como estandarte nacional por el Congreso el 15 de julio de 1811 y el 16 de julio de ese mismo año fue izada por primera vez. Desde entonces ha sufrido varias modificaciones en cuanto al número de estrellas o el diseño de su escudo, pero se ha mantenido el tricolor característico.
Consta de tres franjas horizontales de igual anchura y dimensiones: la franja superior es de color amarillo, la franja del medio de color azul y la franja inferior de color rojo.
En su franja azul presenta un arco de ocho estrellas blancas, que representan a las ocho provincias que firmaron el Acta de la Independencia, el 5 de julio de 1811, siendo estas: Caracas, Cumaná, Barcelona, Barinas, Guayana, Margarita, Mérida y Trujillo.
La primera descripción parcial sobre el significado de sus colores se le atribuye al presidente del entonces Congreso de Venezuela, Francisco Antonio Zea, que en su discurso del 17 de diciembre de 1819 expresó lo siguiente:
“No sé por qué fluctuáis ciudadanos, nuestro Pabellón Nacional símbolo de las libertades públicas y la América redimida debe tener tres fajas de distintos colores. Sea la primera amarilla para significar a los pueblos que queremos y amamos la Federación; la segunda azul, color de los mares, para demostrar a los déspotas de España, que nos separa de su yugo ominoso la inmensidad del océano. La tercera roja, con el fin de hacerles entender a los tiranos que antes de aceptar la esclavitud que nos han impuesto durante tres siglos, queremos ahogarla en nuestra propia sangre, jurándoles guerra a muerte en nombre de la humanidad; en el centro del escudo pondremos la imagen de nuestro cóndor andino, a imitación de los romanos que colocaron en sus banderas las famosas águilas que conquistaron el mundo”.
Hoy por hoy conocemos que para los venezolanos el amarillo representa, en forma simbólica, las riquezas (el oro y las tierras fértiles) venezolanas. Mientras que el azul representa al mar Caribe, que cubre las costas marítimas de Venezuela y el rojo representa la sangre derramada en las luchas por la Independencia. Significados que no están muy lejos de aquellos que se le dieron por primera vez en 1817.
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