En un gesto cargado de humildad y compromiso pastoral, el Papa Francisco visitó este Jueves Santo la cárcel romana Regina Coeli, reafirmando su cercanía con los más vulnerables pese a su delicada recuperación de una neumonía bilateral.
El pontífice, de 88 años, llegó al centro penitenciario poco antes de las 15:00 hora local, donde fue recibido por la Directora, Claudia Clementi, y otras autoridades; la Santa Sede mantuvo en reserva la confirmación de esta visita, pendiente de la evolución de la salud del Papa, quien recibió el alta médica el pasado 23 de marzo tras 38 días hospitalizado.
En Regina Coeli, Francisco se reunió con aproximadamente 70 reclusos, en un encuentro que evocó la Última Cena de Jesús, una tradición que el Papa ha hecho suya desde el inicio de su pontificado; aunque no participó en la Misa Crismal de la mañana en la Basílica de San Pedro, el sumo pontífice priorizó este acto de cercanía con los presos, como ya lo hizo en este mismo lugar en 2018.
Su historial de visitas a cárceles en Jueves Santo incluye centros como “Casal del Marmo” (2013 y 2023), “Rebbibia” (2015 y 2024), “Paliano” (2017), “Velletri” (2019), y “Civitavecchia” (2022), reflejando su compromiso con los marginados.
A pesar de su frágil estado de salud, el Papa retoma progresivamente su agenda: El miércoles, sostuvo un encuentro con el personal del Hospital Gemelli, donde estuvo internado, y ha aparecido brevemente en celebraciones como el Jubileo de los Enfermos y el Domingo de Ramos, en ocasiones asistido por cánulas nasales.
Para esta Semana Santa, ha delegado algunos ritos, como el Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo, que será presidido por el cardenal Baldassare Reina, sin embargo, el Papa Francisco ha preparado personalmente las homilías y meditaciones para este evento, demostrando que su espíritu sigue firme en medio de las limitaciones físicas.
Con información de Nota de Prensa
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