El papa Francisco se encontraba lidiando con una fuerte resistencia por parte de algunos cardenales en su intento de cerrar una creciente brecha en las finanzas del Vaticano, antes de ser hospitalizado por una neumonía doble.
Tres días antes de su hospitalización, el papa Francisco ordenó la creación de una nueva comisión de alto nivel con el objetivo de fomentar las donaciones a la sede de la iglesia católica, que cuenta con 1.400 millones de miembros.
Francisco ha estado trabajando durante varios años para equilibrar el presupuesto del Vaticano, desde 2021, ha recortado los salarios de los cardenales en tres ocasiones y en septiembre pasado exigió una agenda de «déficit cero».
Aunque el Vaticano no ha publicado un informe presupuestario completo desde 2022, el último conjunto de cuentas, aprobado a mediados de 2024, mostró un déficit de 83 millones de euros (87 millones de dólares), según la prensa internacional.
A pesar de que la Santa Sede ha operado con déficit durante un largo período, equilibrando las cuentas y recurriendo a los dividendos de sus ingresos por inversiones, la brecha ha crecido significativamente en los últimos años; en 2022, el déficit declarado por el Vaticano fue de 33 millones de euros.
Además de las preocupaciones presupuestarias, se suman las crecientes obligaciones del fondo de pensiones, que el zar de las finanzas vaticanas estimó en unos 631 millones de euros en una entrevista concedida a los medios en 2022.
Con información de Nota de Prensa
Foto Cortesía