El Partido Liberal (PL) que lidera el actual mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, pidió a la justicia electoral brasileña que anule los votos de unas 280 mil urnas usadas en el balotaje del 30 de octubre, alegando supuestos errores electrónicos que habrían dado la victoria a Luiz Inácio Lula da Silva, frente al actual presidente.
“Se requiere que sean invalidados los votos respectivos a las urnas electrónicas en que fueron comprobadas disconformidades irreparables de funcionamiento y que se determinen las consecuencias prácticas y jurídicas debidas con relación al resultado de la segunda vuelta de las elecciones”, dijo el PL en la denuncia firmada por el abogado Marcelo Bessa y dirigida al Tribunal Superior Electoral (TSE).
Como alegato, el partido de Bolsonaro dice haber encontrado un “mal funcionamiento” de cinco modelos de urnas, supuestamente demostrado en un informe técnico realizado por el Instituto Voto Legal, contratado por la propia formación, que “pondría en jaque la transparencia del proceso electoral”.
El presidente del TSE, Alexandre de Moraes, respondió a la solicitud cuestionando que las urnas objetadas fueron empleadas tanto en el balotaje de la primera vuelta del 2 de octubre, como en el de la segunda vuelta.
En tal sentido, Moraes aseguró que, el partido político deberá realizar un nuevo informe en el que demuestre en menos de “24 horas” tal error en el software.
La denuncia se refiere a unas 280 mil urnas usadas en las elecciones y que corresponden a modelos anteriores a 2020.
Si se produce la anulación de los votos de urnas cuestionadas, el partido de Bolsonaro sostiene que el actual presidente obtendría la reelección “con 51,05% de los votos válidos contra 48,95% de Lula”.
Bolsonaro se ha mantenido prácticamente en silencio desde que perdió la reelección por un estrecho margen de 2,1 millones de votos ante el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
El dirigente ultraderechista no reconoció explícitamente el resultado, pero autorizó la transición de poder.
Bolsonaro citó “la indignación” y “el sentimiento de injusticia” de sus seguidores, que en algunos casos continúan manifestándose frente a cuarteles militares pidiendo una intervención militar contra el resultado de las urnas.
Con esta impugnación, se abre una nueva movida política en Brasil, aunque muy improbable que se materialice. Sin embargo, se debe esperar el pronunciamiento sobre el caso del presidente del TSE.
Con información de Nota de Prensa