El huracán Hilary golpeó con fuerza la región de Baja California Sur, en México, con su llegada este sábado 19 de agosto, causando graves inundaciones.
Con categoría 3, el huracán se dirigía en la madrugada hacia Baja California y se esperaba para este domingo que tocara tierra convertido en tormenta tropical en el suroeste de Estados Unidos.
El Centro Nacional de Huracanes estadounidense (NHC) emitió una advertencia de “inundaciones potencialmente letales y catastróficas” tanto para la península mexicana como para el suroeste de Estados Unidos. Las autoridades se encontraban preparadas para hacer frente a esta situación, especialmente en Los Ángeles, donde se habilitaron albergues y se realizaban evacuaciones para ayudar a las personas sin hogar.
Sin embargo, las predicciones iniciales de la trayectoria del huracán cambiaron, y de modo que la tormenta llegara a Estados Unidos más temprano de lo previsto, convirtiéndose en la primera tormenta tropical en llegar al sur de California en 84 años. Este sistema traería consigo fuertes aguaceros a áreas de California, Nevada y Arizona, lo que podría resultar en inundaciones significativas.
Antes de llegar a Estados Unidos, el huracán Hilary impactó en el territorio mexicano, causando vientos, ráfagas e inundaciones asociadas a la tormenta. A medida que avanzaba hacia el norte, se preveían fuertes aguaceros en Tijuana, una ciudad fronteriza con una gran cantidad de viviendas construidas en laderas escarpadas. Esto aumentaba el riesgo de deslizamientos de tierra y daños estructurales en la zona.
Hasta ahora según lo reportado por medios locales, se registra la muerte de una persona que murió ahogada el sábado en la localidad de Santa Rosalía, en Baja California Sur, cuando un vehículo fue arrastrado por las aguas de un arroyo desbordado. Los socorristas lograron rescatar a otras cuatro personas, indicó Edith Aguilar Villavicencio, alcaldesa del municipio de Mulege.
Con información de Nota de Prensa
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