Un controvertido experimento realizado por investigadores de la Universidad de Zúrich ha encendido las alarmas sobre los límites éticos en la investigación social: El estudio, que buscaba analizar la propagación de noticias falsas en la plataforma Reddit, utilizó Inteligencia Artificial (IA) para infiltrar opiniones falsas en el subreddit r/changemyview, generando un torbellino de críticas por parte de usuarios, académicos y medios internacionales.
Durante meses, los investigadores suizos emplearon modelos avanzados de lenguaje (LLM) para crear bots que, bajo seudónimos, participaban en debates en línea sin que los usuarios supieran que estaban interactuando con máquinas.
La revelación de esta práctica desató una fuerte reacción, obligando a los responsables del estudio a emitir una disculpa pública, aunque inicialmente justificaron su accionar por la “gran importancia social” del tema.
El profesor Dominique Sprumont, Presidente de la Comisión Cantonal de Ética de la Investigación de Vaud, no escatimó en críticas: “La calidad científica del proyecto, además, es más que dudosa. La mala ciencia es mala ética”; en esa línea, añadió que “aquí la cuestión no solo es llevar a cabo una investigación que implique engaño. Se trata de romper, voluntariamente, las reglas de una comunidad de seres humanos que construyen la confianza en su red basándose en esas reglas”.
Por su parte, expertos como Gillian Murphy y Ciara Greene, de las universidades de Cork y Dublín, defendieron que en ciertos estudios sobre desinformación es necesario ocultar el propósito de la investigación para obtener respuestas auténticas.
“En algunas investigaciones sobre información falsa, sin utilizar este tipo de engaño, sería imposible estudiar cómo responden espontáneamente a la información falsa quienes participan, ya que, cuando saben que la información que se les va a mostrar puede ser engañosa, las sospechas, motivaciones y comportamientos de quienes participan puede cambiar”, explicaron.
El caso ha reavivado el debate sobre el uso ético de la IA en investigaciones sociales y el impacto de estas prácticas en la confianza de las comunidades digitales; en un mundo cada vez más interconectado, la controversia suiza plantea preguntas urgentes: ¿hasta dónde es válido manipular en nombre de la ciencia?
Con información de Nota de Prensa
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