15 de enero de 2025

Portuguesa | ¡De amarillo! Vuelven a relucir los campos de Turén gracias a los girasoles y sus ventajas productivas

Luego de seis años de ausencia, reaparecieron los cautivadores campos de girasoles a la orilla de carretera, en la vía a La Colonia Agrícola de Turén, en el estado Portuguesa.

Esto, logra la oportunidad que el estado Portuguesa se convierta nuevamente en garante de materia prima para la producción nacional de grasas y aceites comestibles. Y es que, el cultivo renace por iniciativa del sector privado y sobre 2.500 hectáreas sembradas entre noviembre y diciembre de 2022.

La cosecha inició en el mes de febrero y marzo de este año y se estiman rendimientos promedio de 1.000 kilos por hectárea para un total de 3.000 toneladas de semilla que se destinarán a la elaboración de unas 1.200 toneladas de aceite, refiere trabajo de investigación publicado.

El 95% de la siembra se concentra en el eje Turén-Esteller-Santa Rosalía, donde se produce más de 60% del maíz y el arroz que consumen los venezolanos. Que el girasol haya sido establecido en el cinturón cerealero de las tierras portugueseñas no es causalidad. 

Sus ventajas agronómicas lo convierten en un extraordinario cultivo antecesor al maíz, dado que sus raíces fijan nutrientes en el suelo, mejorándolo para la siguiente siembra, además, su hoja grande rompe el ciclo de plagas y malezas que afecta a los maizales.

Ramón Bolotín, productor de Turén y director de Oleaginosas y Leguminosas de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), asegura que unos 80 productores se lanzaron al rescate del girasol, conscientes de que es una opción idónea para la siembra norte-verano en el occidente del país, pues su alta resistencia a sequías prolongadas lo hace un rubro potencial para acompañar o alternar los cultivos de frijol y ajonjolí, propios de la temporada.

Impulso a la producción nacional

El girasol dejó de cultivarse en Portuguesa en el año 2016 por problemas de comercialización. Pero regresó para el ciclo norte-verano 2022-2023 de la mano de la agricultura de contrato. Se trata de un mecanismo que fija el precio de la cosecha al productor, al tiempo que garantiza el financiamiento de los insumos y la compra de la cosecha, a un precio previamente establecido. Así lo explica Ramón Bolotín, productor de Turén y director de Oleaginosas y Leguminosas de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro).

Reaparecen así los campos de girasoles en Portuguesa, con pautas claras de comercialización y la confianza en que la próxima siembra ocupará mayor superficie y sumará más productores a la recuperación del cultivo, cuyo primer renacer fue entre los años 2004 y 2016 con 74.000 hectáreas plantadas, luego de que entre finales de los 80 e inicios de los 90 se sembraran en la región 90.000 hectáreas de la oleaginosa.

Bolotín afirma que la agricultura de contrato ha sido determinante en este nuevo resurgir del girasol, pues el agricultor que sembró sabe cuáles son las condiciones de comercialización y las acepta. 

El también presidente de la asociación Productores Agrícolas Independientes (PAI), con sede en Turén, alega que “la agricultura de contrato viene a equilibrar el mercado agrícola venezolano, donde hay muchos vendedores, nosotros los productores, y muy pocos compradores que se cartelizan”.

Producción de aceite

La reactivación de la siembra de girasol no solo supone una reducción en las importaciones de aceite crudo, que se refina y envasa en Venezuela para satisfacer el consumo de aceite vegetal. También es un impulso a la producción nacional de grasas y aceites comestibles que sigue siendo deficitaria, pese a que el año pasado registró un crecimiento de 13,9%, informó el presidente Nicolás Maduro durante la presentación de la Memoria y Cuenta 2022 ante la Asamblea Nacional, el pasado 12 de enero.

El cultivo tiene en Portuguesa buenos suelos y condiciones climáticas favorables para su desarrollo, además de agroindustrias para extraer de la

semilla el aceite, refinarlo e introducir al mercado un producto de altísimo valor nutricional, fuente de proteínas, hidratos de carbono, minerales y rico en Omega 3 y vitamina E, una combinación de ácidos grasos que protege de enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y complicaciones por diabetes. 

La cosecha de esta nueva siembra de girasol en la entidad llanera se arrimará a Oleaginosas Industriales Compañía Anónima (Oleica), de capital privado y ubicada en Araure, salida a Guanare. Al igual que lo hizo con los productores, Diproagro, la empresa que lidera el rescate del cultivo, firmó contrato con la agroindustria para garantizar la recepción y el procesamiento de la producción.

Impulso al turismo

Actualmente, los campos de girasoles de Turén se entreteje un movimiento turístico como en ninguna otra temporada. Los portugueseños y residentes de otros estados, sin costo alguno y con permiso de los dueños, realizan visitas a la siembra para ver el espectáculo natural que ofrecen miles de flores amarillas mirando en una misma dirección hacia el sol.

Además, en redes sociales ofrecen paquetes turístico y full day para ir al lugar, dando así un impulso al agroturismo de altura en Portuguesa en medio de un cultivo extraordinario, que es doble propósito, porque se obtiene aceite y como subproducto de la extracción, en ese mismo porcentaje, harinas o tortas oleoproteicas que sirven de materia prima para la elaboración de alimentos concentrados para animales, que son una buena fuente de energía y proteínas en la dieta de vacas, ovejas y cerdos.

Con Información de Nota de Prensa / @HaimanVZLA

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