18 de mayo de 2025

Robots comestibles suizos revolucionan el monitoreo ambiental en cuerpos de agua

Un equipo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en Suiza ha dado un salto hacia el futuro con el desarrollo de diminutos robots acuáticos, biodegradables y comestibles, diseñados para monitorear el estado de ríos, lagos y mares sin dejar huella en el medioambiente.

Estos dispositivos, que los peces pueden ingerir al final de su ciclo de vida, prometen transformar la forma en que se estudian los ecosistemas acuáticos, ofreciendo una solución sostenible frente a los contaminantes plásticos y electrónicos.

Con apenas 5 centímetros de largo y un peso de 1,43 gramos, estos robots se propulsan gracias a una ingeniosa reacción química entre ácido cítrico y bicarbonato de sodio, que genera dióxido de carbono para moverlos por el agua.

“Aunque el desarrollo de robots nadadores en miniatura para entornos naturales ha avanzado rápidamente, éstos suelen depender de plásticos, baterías y otros componentes electrónicos, pero con este trabajo mostramos cómo pueden ser reemplazados por componentes completamente biodegradables y comestibles”, destacó Shuhang Zhang, uno de los científicos detrás del proyecto.

Un aliado para la naturaleza

Los beneficios de esta innovación son contundentes: al eliminar plásticos, baterías y materiales tóxicos como el amianto, estos robots reducen el impacto ecológico en ecosistemas sensibles, además, su diseño permite recolectar datos clave sobre el pH del agua, temperatura, contaminantes y microorganismos, sin generar residuos que afecten la biodiversidad.

Su producción a gran escala podría democratizar el monitoreo ambiental, mientras que su naturaleza comestible abre la puerta a aplicaciones curiosas, como estimular cognitivamente a peces de acuario, aunque esta posibilidad aún está en fase de estudio.

Este avance no solo representa un hito en la ingeniería verde, sino que también plantea un modelo de tecnología que se integra armónicamente con la naturaleza; en un país como Venezuela, con una rica red de ríos y costas, esta invención podría inspirar iniciativas para proteger cuerpos de agua como el Orinoco o el lago de Maracaibo, reforzando la lucha por un futuro más limpio y sostenible.

Con información de Nota de Prensa

Foto Cortesía

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