Las fuerzas armadas rusas han repelido una incursión militar ucraniana en la provincia fronteriza de Kursk, el objetivo de la operación ucraniana era tomar control de una porción del territorio ruso.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valeri Guerásimov, informó que la expedición de Kiev resultó en al menos 100 bajas y 215 heridos, además, se destruyeron 54 vehículos blindados, incluidos 7 tanques.
El presidente ruso Vladímir Putin, denunció que, durante la incursión, las fuerzas ucranianas dispararon indiscriminadamente contra civiles y viviendas, resultando en la muerte de una persona y heridas a otras 13, entre ellas 4 niños; Putin calificó esta acción como una provocación a gran escala por parte de Kiev.
“Este disparó indiscriminadamente con diversos tipos de armas, incluidos cohetes, contra edificios civiles, viviendas residenciales y ambulancias”, declaró Putin.
Reacción de Estados Unidos
En respuesta a la situación, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, afirmó que Estados Unidos ha mantenido contacto con sus aliados en Kiev para obtener más información, Kirby subrayó que la política estadounidense sobre el uso de armas suministradas a Ucrania no ha cambiado.
“Nada ha cambiado en nuestra política con respecto a apoyar o alentar ataques en territorio ruso, más allá, por supuesto, de lo que les hemos permitido hacer en el pasado con armas suministradas por EEUU, que es atacar amenazas inmediatas al otro lado de la frontera”, afirmó Kirby.
Esta situación sigue desarrollándose, con implicaciones significativas para la estabilidad regional y las relaciones internacionales.
Con información de Nota de Prensa
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