En un paso sin precedentes hacia la distensión, Rusia y Ucrania acordaron este viernes en Estambul, Turquía, el mayor intercambio de prisioneros de su conflicto, con la liberación de 1.000 soldados por cada lado.
El anuncio, hecho por Vladímir Medinski, jefe de la delegación rusa y asesor del presidente Vladímir Putin, marca un hito en las negociaciones entre ambas naciones, que retomaron el diálogo directo tras tres años de ruptura.
“En los próximos días se producirá un intercambio de prisioneros a gran escala”, afirmó Medinski ante la prensa, expresando que Rusia está “satisfecha” con los resultados de la reunión; este operativo humanitario, el más significativo hasta la fecha, supera el canje del pasado 6 de mayo, cuando cada parte liberó a 205 personas.
El encuentro, celebrado a puerta cerrada, fue inaugurado por el Ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, quien destacó el valor de este diálogo: “Tenemos dos caminos. Uno lleva a la paz, el otro a la destrucción. Las partes decidirán su rumbo”, sentenció Fidan, abogando por una solución negociada.
Las conversaciones no estuvieron exentas de tensiones. El Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llegó a Ankara acompañado de altos funcionarios, pero inicialmente cuestionó la falta de claridad sobre la delegación rusa.
Medinski, cuya representación fue confirmada por Putin, defendió la legitimidad de su equipo; horas después, Ucrania oficializó su delegación mediante un decreto, allanando el camino para el acuerdo.
Este intercambio, fruto de la mediación turca, abre una puerta a la esperanza en un conflicto que ha marcado la región. El mundo observa con cautela, mientras Rusia y Ucrania dan un paso que podría sentar las bases para futuros acercamientos.
Con información de Nota de Prensa
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