En un nuevo episodio de la intensa confrontación entre Israel y Hezbollah, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han confirmado hoy la muerte de Hashem Safieddine, un destacado líder del movimiento chiita y posible sucesor de Hassan Nasrallah.
Este ataque, perpetrado por aviones de combate israelíes, tuvo lugar en Dahiyeh, un sector estratégico de la capital libanesa, y dejó también a varios comandantes del grupo armado fuera de combate.
Según el comunicado emitido por las FDI, el bombardeo no solo apuntó a Safieddine, quien ocupaba el cargo de jefe del Consejo Ejecutivo de Hezbollah, sino que también se llevó por delante a Hossein Ali al-Zima, responsable de su Cuartel General de Inteligencia.
La operación, destacada por su precisión, se basó en información de inteligencia, lo que indica un marcado aumento en la actividad militar israelí en la región.
Este golpe frena la autoridad de Hezbollah tras la eliminación de su líder, Hassan Nasrallah, el pasado 28 de septiembre, conforme a lo informado por fuentes militares; el ejército israelí ha advertido de su determinación de “llegar a cualquiera que amenace la seguridad de los ciudadanos del Estado de Israel”, dejando abierta la posibilidad de más ataques en el futuro cercano.
Hashem Safieddine, primo de Nasrallah, desempeñaba un papel crucial dentro de Hezbollah, tomando decisiones significativas en momentos en que el líder estaba ausente del Líbano, su cercanía al difunto jefe del movimiento chiita era un aspecto que reforzaba su influencia dentro de la organización.
Mientras, la región permanece en vilo ante la escalada de tensiones y la incertidumbre que se cierne sobre el futuro de Hezbollah y las dinámicas de poder en Oriente Medio.
Con información de Nota de Prensa
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