Desde finales de diciembre pasado, varias tormentas azotan el estado de California (EE.UU.), dejando al menos 20 personas sin vida durante los últimos días en el país norteamericano.
Situación que se repitió con una importante ola de lluvia y nieve de montaña que arrasó el sábado pasado muchas zonas del estado más poblado de Estados Unidos, California, cuyos suelos ya están saturados de agua.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS), informó que se espera un nuevo «río atmosférico», es decir, una banda estrecha en la atmósfera que transporta grandes cantidades de humedad de los trópicos, el lunes, día festivo en Estados Unidos, que traerá «nuevas olas de precipitaciones extremas».
Entre los daños causados, se registran daños en las líneas eléctricas, mientras que los campos y las carreteras quedaron inundados en California.
Con información de Nota de Prensa