El devastador apagón que sumió a España, Portugal y el sur de Francia en la oscuridad ha dejado un saldo trágico de al menos cinco personas fallecidas, según informaron autoridades españolas; las víctimas, registradas en Valencia, Taboadela (Ourense) y Madrid, perdieron la vida en circunstancias vinculadas a la falta de energía eléctrica, que desató incendios e intoxicaciones.
En Alzira, Comunidad Valenciana, una mujer de 46 años falleció tras quedar sin suministro eléctrico la máquina de oxígeno que la mantenía con vida, según reportó la Jefatura Superior de Policía de la región; en la capital española, otra mujer perdió la vida en un incendio en el distrito de Carabanchel, presuntamente originado por una vela encendida durante el corte eléctrico.
El siniestro, que ocurrió la noche del 28 de julio, también dejó 13 personas intoxicadas en un edificio donde el fuego se desató alrededor de las 10 de la noche, justo cuando algunos barrios comenzaban a recuperar la electricidad.
En Taboadela, Ourense, una tragedia aún mayor enlutó a una familia: tres de sus miembros fallecieron por intoxicación con monóxido de carbono, aparentemente emitido por un generador encendido para alimentar un respirador médico.
Estos casos, reportados por medios internacionales, evidencian las consecuencias fatales de la interrupción del suministro eléctrico en hogares dependientes de equipos vitales.
El apagón, que afectó a millones en Europa, ha generado conmoción y encendió el debate sobre la vulnerabilidad de los sistemas eléctricos frente a eventos de esta magnitud; las autoridades españolas continúan investigando las causas del colapso y evalúan medidas para prevenir futuras tragedias.
Con información de Nota de Prensa
Foto Cortesía