En un suceso que enluta a la colectividad de Apure, una adolescente de tan solo 13 años de edad perdió la vida la noche del miércoles 5 de noviembre de 2025, alrededor de las 11:45 p.m., dentro de su residencia ubicada en la avenida Nectalí Quintero de la población de Guasdualito.
La causa preliminar de su fallecimiento apunta a su participación en un peligroso reto viral difundido a través de plataformas de redes sociales. La menor, identificada con las iniciales O.G.R.Z, presuntamente llevó a cabo el desafío en línea utilizando una cuerda atada al techo de su vivienda, lo que lamentablemente le ocasionó la muerte.
La joven, quien era estudiante del Complejo Educativo Carlos Alexis Gómez y era descrita por sus profesores y compañeros como una alumna ejemplar, responsable y sin problemas de conducta, fue hallada sin signos vitales por su abuela, con quien convivía, sus padres, María Elvira González y César Alirio Restrepo Artahona, se encuentran fuera del país, residenciados en Cali, Colombia, y Guayaquil, Ecuador, respectivamente, desde hace más de seis meses.
Este doloroso acontecimiento ha llevado a las autoridades locales a hacer un llamado urgente a la supervisión parental y al acompañamiento constante de niños, niñas y adolescentes en el uso de dispositivos móviles y plataformas digitales. La preocupación por este tipo de sucesos no es aislada en Venezuela, pues, según reportes, el país ha enfrentado una creciente ola de incidentes relacionados con desafíos virales peligrosos.
De hecho, se ha reportado que el Ministerio Público venezolano ha investigado otros casos con saldos fatales y masivas intoxicaciones asociadas a retos como el ‘chroming’ (inhalación de sustancias tóxicas) en diversas instituciones educativas; en respuesta a estos riesgos, en el pasado se ha discutido en el Tribunal Supremo de Justicia un recurso de amparo para la protección de la juventud ante estas amenazas y el Ejecutivo Nacional ha solicitado la eliminación de contenidos peligrosos que incitan a estos desafíos mortales en las redes sociales.
Este reciente suceso subraya la necesidad crítica de que las familias y la comunidad educativa mantengan una vigilancia permanente sobre el contenido que consumen los jóvenes para prevenir que más tragedias como esta sigan enlutando a familias venezolanas.
Luisangela Gutierrez / Notiprensa Digital
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