Este sábado, el papa Francisco presentó una “crisis respiratoria asmática prolongada” que requirió de una transfusión de sangre, según informó la Oficina de Prensa del Vaticano.
La decisión de realizar este procedimiento se debe a los resultados de los análisis de sangre del sumo pontífice revelados hoy, que indicaron la presencia de una trombocitopenia asociada a una anemia.
“Por el momento el pronóstico es reservado», precisó la Santa Sede (…), “El estado del santo padre continúa siendo crítico, por lo que, como se explicó ayer, el Papa no está fuera de peligro”, se puede leer en el texto.
Pese a que los médicos habían advertido de que, aunque el líder de la Iglesia católica no está conectado a ninguna máquina y se alimenta solo, “no está fuera de peligro” y además, informaron que permanecería hospitalizado “toda la semana que viene”.
Según el cardenal Gianfranco Ravasi, exjefe del departamento de Asuntos Culturales del Vaticano, podría abdicar por motivos de salud si la enfermedad le impide tener contacto directo con los católicos.
Recordemos que, el Papa Francisco, permanece internado en el hospital Agostino Gemelli de Roma, desde el pasado 14 de febrero, por una bronquitis que se transformó en neumonía.
Con información de Nota de Prensa
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