En un nuevo episodio de incertidumbre geopolítica, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunció desde la Casa Blanca sobre la posibilidad de un ataque militar contra Irán, dejando al mundo en ascuas al declarar que “nadie sabe” cuál será su decisión final.
Sus palabras, cargadas de ambigüedad, refuerzan la tensión en un contexto de crecientes fricciones entre Washington y Teherán.
Al ser consultado por la prensa sobre una eventual intervención, Trump respondió con su característico tono enigmático: “Puede que lo haga. Puede que no lo haga. Quiero decir, nadie sabe lo que voy a hacer”; estas declaraciones, lejos de esclarecer sus intenciones, han avivado el debate sobre las posibles consecuencias de un conflicto en la región.
El mandatario también aprovechó para señalar que Irán enfrenta serias dificultades internas y expresó su frustración por la falta de avances en negociaciones bilaterales: “Puedo decir esto: Irán tiene muchos problemas y quiere negociar. ¿Por qué no negociaron conmigo hace dos semanas? Podrían haberlo hecho bien. Habrían tenido un país. Es muy triste ver esto”, afirmó, dejando entrever que considera viable una solución diplomática, aunque sin descartar la vía militar.
La postura de Trump, que combina advertencias con críticas a la política iraní, mantiene en alerta a la comunidad internacional, mientras analistas advierten sobre el impacto que una escalada podría tener en la estabilidad global y los mercados energéticos.
Por ahora, el mundo aguarda con expectación los próximos movimientos de la Casa Blanca en este delicado tablero geopolítico.
Con información de Nota de Prensa
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