Un alarmante informe emitido por la Unesco revela cifras desalentadoras respecto a la seguridad de los periodistas a nivel mundial; la directora general de la organización, Audrey Azoulay, presentó un análisis en el que se sostiene que “85% de asesinatos de periodistas queda impune”.
Este estudio bianual se hace eco del Día Internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas, resaltando un preocupante incremento del 38% en la cantidad de asesinatos en comparación con el año anterior.
El panorama es sombrío: “En 2022 y 2023, cada cuatro días un periodista fue asesinado simplemente por desempeñar su trabajo vital para buscar la verdad, en la mayoría de estos casos, nadie tendrá que rendir cuentas”, sentencia el informe.
Azoulay instó a los gobiernos a intensificar sus esfuerzos para lograr justicia en estos crímenes que siguen sin ser esclarecidos, durante el período analizado, México se destacó como el país con más asesinatos de comunicadores, mientras que Ucrania registró la muerte de 11 reporteros apenas mirando hacia 2024.
El informe también denuncia las cifras alarmantes desde Gaza, donde “24 periodistas, fueron asesinados allí”, lo cual representa “el 86% de los asesinatos relacionados a la cobertura de conflictos”; aquellos que se aventuran a reportar en zonas de crisis enfrentan riesgos extremos, y el informe indica que más del 50% de los crímenes ocurrieron en tales entornos durante 2023; a medida que se inicia el primer semestre de 2024, las cifras continúan en ascenso.
La urgencia de proteger a los periodistas fue también subrayada por António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), quien afirmó que Gaza ha sido escenario del mayor número de asesinatos de comunicadores y llamó a los gobiernos a adoptar medidas inmediatas para investigar estos crímenes y llevar a sus perpetradores ante la justicia.
Por si fuera poco, una encuesta de la UNESCO reveló que el 73% de los periodistas encuestados aseguraron haber sido víctimas de violencia en línea, una problemática que añade una capa más al ya complejo panorama de la libertad de expresión en el mundo actual, la situación exige atención y acción inmediata, antes de que la voz de los informadores sea silenciada de forma definitiva.
Con información de Nota de Prensa
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