En un vibrante encuentro que mantuvo a todos los venezolanos al borde de sus asientos, la selección nacional logró un significativo empate 1-1 contra su máximo rival, Brasil, en la undécima jornada de las Eliminatorias hacia el Mundial 2026.
Este resultado, lejos de ser un simple empate, se sintió como una victoria en Maturín, donde los aficionados desbordaron su felicidad por un desempeño que renueva la ilusión de alcanzar por primera vez la ansiada cita mundialista.
Desde el pitazo inicial, el conjunto local demostró valentía y determinación ante un Brasil que, a pesar de contar con figuras de renombre, se encontró frente a un arquero excepcional, José Manuel Romo, quien fue clave en la resistencia venezolana.
En la primera mitad, el espectro de la derrota se cernía sobre la Vinotinto cuando el habilidoso Raphinha abrió el marcador para los visitantes con un tiro libre que se coló detrás de Romo; a los 43 minutos, brindaba la sensación de que el destino caminaba en contra de los anfitriones.
Sin embargo, en una reacción digna de grandes equipos, Venezuela chisporroteó en la segunda parte: con apenas 45 segundos transcurridos, Talasco Segovia, quien ingresó en el segundo tiempo, aprovechó una gran jugada de Savarino y desató la locura en un Estadio Monumental que vibró con el gol que igualaba el marcador; fue un momento de infarto que revitalizó los ánimos entre los hinchas y los jugadores.
La intensidad del partido no se apaciguó tras el empate, los venezolanos decidieron defender el punto a toda costa, invitando a Brasil a atacar sin cesar; la tensión aumentó cuando el VAR intervino para indicar un penal a favor de los brasileños tras una falta de Romo sobre Vinicius Jr, sin embargo, el portero se convirtió en héroe al detener el tiro, manteniendo vivas las aspiraciones de la Vinotinto.
No obstante, el final fue dramático, la expulsión de Alexander González por una falta sobre Vinicius dejó a Venezuela con diez hombres, intensificando la incertidumbre en el cierre del encuentro.; a pesar de todo, el silbato final llegó y el 1-1 se selló como un punto de oro en la tabla, que posiciona a la selección en la lucha por el repechaje.
Con este resultado, Venezuela no solo ancla su esperanza en la posibilidad de un Mundial, sino que también envía un mensaje claro al continente: hay un nuevo capítulo en su historia futbolística; a medida que avanzan las Eliminatorias, el país sigue soñando con la gloria en el fútbol mundial.
Con información de Nota de Prensa
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