El gigante automotriz Volkswagen está considerando una medida drástica que podría cambiar el panorama industrial de Alemania: el cierre de varias de sus fábricas en el país; esta decisión, que podría enfrentar una fuerte oposición de los sindicatos, amenaza con desestabilizar el tejido industrial alemán.
La posible clausura de plantas marca un giro radical en la política laboral de Volkswagen, poniendo fin a un acuerdo de 30 años que ha asegurado la estabilidad laboral de sus empleados, este movimiento se produce en un contexto de desafíos significativos para la empresa, incluyendo la transición hacia vehículos eléctricos, una desaceleración en el consumo y la feroz competencia de los fabricantes chinos de coches eléctricos.
El CEO de Volkswagen, Oliver Blume, quien también dirige Porsche, ha señalado que el entorno económico se ha vuelto “más difícil”, Blume expresó su preocupación por la creciente pérdida de competitividad de Alemania en el sector automotriz; las posibles clausuras de fábricas, un hecho sin precedentes en los 87 años de historia de la empresa, subrayan la gravedad de la situación actual.
Con información de Nota de Prensa
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