En un nuevo capítulo de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, el gobierno de Beijing ordenó a sus aerolíneas suspender la adquisición de aviones Boeing y abstenerse de comprar “cualquier compra de equipos y piezas para aeronaves a empresas estadounidenses”, según informó la agencia Bloomberg; la medida responde a los aranceles del 145% impuestos por el Presidente Donald Trump, que han escalado las tensiones bilaterales.
La decisión china llega tras la imposición de aranceles de represalia del 125% sobre productos estadounidenses, un gravamen que, por sí solo, habría duplicado el costo de las aeronaves y componentes fabricados en EE.UU., haciendo inviable su adquisición para las aerolíneas chinas.
En este contexto, Beijing evalúa medidas para apoyar a las compañías que alquilan aviones Boeing, mientras permite, de forma excepcional, la entrega de 10 unidades del modelo 737 Max ya contratadas por aerolíneas como China Southern Airlines, Air China y Xiamen Airlines, según Aviation Flights Group.
El conflicto arancelario, que incluye tarifas “recíprocas” anunciadas por Washington el 2 de abril con un mínimo del 10%, ha golpeado duramente a Boeing; aunque la empresa evitó aranceles durante la primera administración Trump (2017-2021), sus ventas en China ya venían en declive: de representar el 25% de las entregas internacionales en 2022, cayeron al 9% en 2023.
La escalada actual amenaza con encarecer aún más los insumos chinos para las empresas estadounidenses, lo que podría obligarlas a relocalizar producción y perder competitividad en el mercado asiático.
Esta pugna comercial no solo afecta a la industria aeronáutica, sino que pone en riesgo el equilibrio del comercio global, con China reafirmando su postura frente a las políticas proteccionistas de EE.UU.
Con información de Nota de Prensa
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