El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador se reunió este jueves para decidir si cierra el escrutinio de la segunda vuelta presidencial, en medio de una tormenta de denuncias por irregularidades que han puesto en tela de juicio la transparencia del proceso.
Movimientos como la alianza Revolución Ciudadana-Renovación Total (RC–RETO) exigen la revisión de más de 1.800 actas provenientes de varias provincias, alegando manipulaciones que habrían favorecido al candidato Daniel Noboa.
Según los resultados oficiales del CNE, Noboa se alzó con el 55,63% de los votos, mientras que Luisa González, representante de las fuerzas progresistas, obtuvo el 44,37%, sin embargo, González ha denunciado “irregularidades durante todo el proceso electoral”, respaldada por un informe de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La candidata acusó a Noboa de usar recursos públicos, entregar bonos sin justificación, declarar un estado de excepción y cometer “un sinnúmero de infracciones”; además, señaló la falta de licencia de Noboa para participar en su campaña de reelección.
Un informe técnico de RC–RETO, elaborado por expertos nacionales e internacionales, plantea una grave hipótesis: la manipulación de votos mediante un mecanismo llamado INKSWAP, que habría transferido marcas entre papeletas debido a la tinta de secado lento y el diseño simétrico del material electoral.
Aunque la Presidenta del CNE, Diana Atamaint, desestimó estas acusaciones, el documento exige una auditoría forense y una investigación independiente para esclarecer si esta práctica alteró los resultados del 13 de abril.
Observadores internacionales también han alertado sobre anomalías que justifican una investigación profunda, mientras el CNE enfrenta presiones para cerrar el escrutinio; la incertidumbre crece en Ecuador, donde la legitimidad de los comicios pende de un hilo.
Con información de Nota de Prensa
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