El magnate estadounidense Elon Musk, designado jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en la administración de Donald Trump, ha reducido su presencia física en la Casa Blanca, según informaron medios locales.
El empresario, conocido por liderar Tesla y SpaceX, ha dejado de asistir a reuniones en el Despacho Oval y de viajar en el Air Force One, priorizando sus esfuerzos en reflotar su compañía automotriz, que enfrenta una caída de beneficios del 71%.
A pesar de esta ausencia, la jefa de Gabinete de Trump, Susie Wiles, aseguró que Musk sigue cumpliendo con sus responsabilidades gubernamentales, aunque de forma remota: “En lugar de reunirme con él en persona, hablo con él por teléfono, pero el efecto neto es el mismo (…) no ha estado aquí físicamente, pero en realidad no importa mucho”, afirmó Wiles, destacando que la comunicación con el empresario se mantiene fluida.
Wiles también aclaró que la desvinculación de Musk no es total: “No está completamente fuera; simplemente no está presente físicamente tanto como antes”; la decisión del multimillonario responde a la necesidad de concentrarse en Tesla, que atraviesa un momento crítico tras reportar pérdidas significativas, lo que ha llevado a Musk a reorientar su atención hacia la gestión de la empresa.
La situación genera especulaciones sobre el rol de Musk en el gobierno de Trump, aunque desde la Casa Blanca insisten en que su aporte al Departamento de Eficiencia Gubernamental permanece intacto, adaptándose a un esquema de trabajo a distancia que refleja la dinámica multifacética de uno de los empresarios más influyentes del mundo.
Con información de Nota de Prensa
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