Este martes, 9 de abril, se registró una explosión en la mayor planta nuclear de Europa, ubicada en Ucrania, al parecer el estallido fue causado por un ataque con dron; si bien la detonación no plantea una verdadera amenaza a la seguridad de la instalación, si pone de manifiesto la permanente situación de riesgo en que se mantiene la instalación.
En este sentido, la agencia atómica de las Naciones Unidas subraya que “la situación es extremadamente grave”, en dicha instalación nuclear, pues la misma ha caído repetidamente en medio del fuego cruzado, desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que su equipo fue informado de la situación y estaba al tanto de la explosión, que ocurrió en el centro de entrenamiento, adyacente a la Planta de Energía Nuclear de Zaporiyia.
La agencia también Indicó que habían sido notificados que el estallido provino de un ataque con dron, no obstante, no se suministraron más detalles. Se cree que su información podría provenir de los rusos, ya que estos han ocupado y controlado la instalación desde las primeras fases de la guerra.
La instalación corresponde a una de las 10 plantas nucleares más grandes del mundo, por lo que los combates en el sur de Ucrania, donde se ubica, han despertado temores de un desastre nuclear al de Chernóbil en 1986, cuando un reactor estalló y esparció radioactividad por toda la región.
Ni Rusia ni Ucrania han logrado avances significativos en meses de conflicto, por lo que el frente de 1.000 kilómetros se ha convertido en zona de ataques recurrentes, enfrascándose ambos bandos en una guerra de desgaste con drones, artillería y misiles.
Tanto Ucrania como Rusia han intercambiado acusaciones en torno a la planta de Zaporiyia. De hecho, apenas el lunes, Moscú alegó que Kiev había lanzado drones contra la instalación el día previo, en tanto que Kiev acusó a Moscú de mantener una campaña de desinformación.
Con información de Nota de Prensa
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