En una acción sin precedentes, el Fiscal General de Venezuela, Tarek William Saab, ordenó colocar una enorme pancarta en la sede del Ministerio Público en Caracas, exigiendo a Estados Unidos la liberación inmediata de Maikelys Espinoza, la niña venezolana retenida en ese país.
La iniciativa busca presionar, por lo que el Gobierno califica como un «secuestro» derivado de las políticas migratorias estadounidenses.
Saab designó a dos fiscales especializados para profundizar en la investigación del caso, que ha conmocionado a la opinión pública.
La madre de la menor, Yorely Bernal, fue deportada a Venezuela, mientras que su padre fue trasladado de forma irregular a El Salvador, fragmentando a la familia.
Por su parte, el Presidente Nicolás Maduro también alzó su voz en su programa Con Maduro +, donde repudió el caso y las políticas migratorias de Washington: «El Gobierno de EE. UU. está obligado a respetar el derecho de esa niña de estar con su madre legítima», sentenció, reflejando el rechazo generalizado en el país.
La gigantografía, convertida en emblema de esta causa, intensifica el pulso entre Venezuela y Estados Unidos, en medio de críticas cruzadas por temas migratorios y derechos humanos.
Las autoridades venezolanas aseguran que no cejarán hasta garantizar el regreso de Maikelys.
Con información de Nota de Prensa
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