En respuesta a las amenazas del Presidente electo estadounidense, Donald Trump, de deportar masivamente a migrantes hondureños, la Presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha lanzado una advertencia contundente.
Castro ha señalado que la base militar norteamericana en el país centroamericano podría ser retirada si las deportaciones se llevan a cabo.
“Tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con EEUU, especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un centavo por décadas mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir en Honduras”, afirmó Xiomara Castro.
La presidenta también expresó su esperanza de que la administración Trump “sea abierta al diálogo constructivo y amistoso” y “no tome represalias innecesarias” contra los migrantes hondureños, destacando que estos representan un “gran aporte” para la economía de Estados Unidos.
La Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, ubicada en la Base Aérea Soto Cano en Comayagua, ha estado operativa desde 1982 y cuenta con más de 500 soldados estadounidenses y alrededor de 500 civiles de Honduras y la potencia extranjera.
Según datos oficiales, más de un millón de hondureños residen en Estados Unidos, tanto con estatus legal como sin él, y actualmente hay 280 mil en proceso de deportación.
Con información de Nota de Prensa
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