En un audaz paso hacia el futuro, la Unión Europea ha encargado a Thales Alenia Space un estudio de viabilidad para evaluar la posibilidad de instalar bases de datos en el espacio, esta innovadora propuesta tiene como objetivo abordar los desafíos medioambientales y energéticos asociados con los centros de datos terrestres.
Según fuentes internacionales, la instalación de bases de datos en el espacio podría reducir significativamente el impacto ambiental causado por el consumo masivo de energía, la idea es ensamblar infraestructuras espaciales modulares en órbita utilizando robots del proyecto Eross IOD de la Comisión Europea.
El crecimiento exponencial de la demanda de centros de datos a nivel mundial ha llevado a un aumento considerable en el consumo de energía y al consecuente daño ambiental, los centros de datos tradicionales requieren grandes cantidades de electricidad y agua para refrigeración, lo que representa una carga significativa para el medio ambiente.
En contraste, los centros de datos espaciales se alimentarían de energía solar limpia y no necesitarían sistemas de refrigeración basados en agua, las temperaturas extremadamente bajas del espacio, que pueden descender hasta 200 grados Celsius bajo cero, proporcionarían un entorno ideal para el funcionamiento eficiente de estas instalaciones.
Thales Alenia Space llevará a cabo un minucioso estudio de viabilidad para evaluar los beneficios económicos y técnicos de esta propuesta, si se implementa con éxito, podríamos ver centros de datos flotando en el espacio para el año 2050.
La transmisión de datos desde estas bases espaciales a la Tierra se realizaría mediante tecnologías similares a las utilizadas por empresas de internet satelital, como Starlink, este proyecto podría revolucionar la forma en que almacenamos y procesamos información, allanando el camino hacia un futuro más sostenible y eficiente en términos de recursos.
Con información de Nota de Prensa
Foto Referencial
