Una tradicional marcha de jubilados en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, convocada para expresar descontento por las políticas gubernamentales, de Javier Milei culminó en enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad este miércoles. Los incidentes se registraron frente al Congreso de la República y la Avenida de Mayo.
La Policía de la Ciudad de Buenos Aires, en conjunto con la Policía Federal, detuvo al menos a 31 personas por «episodios de vandalismo», los cargos incluyen el incendio de un patrullero, daños a la propiedad pública y ataques con piedras a los uniformados, según informaron medios locales.
Los enfrentamientos se iniciaron alrededor de las 4:30 p.m., cuando los manifestantes comenzaron a obstaculizar la calle e incendiaron contenedores de basura, las protestas se extendieron por la Avenida Rivadavia y la Avenida Callao.
Ante los disturbios, la policía utilizó camiones hidrantes, gas pimienta y balas de goma para dispersar a los manifestantes en las zonas cercanas al Congreso.
El Ministerio de Seguridad de la Nación anunció la incautación de dos armas de fuego tipo «tumbera», dos cartuchos de escopeta calibre 12 y un cuchillo tipo carnicero entre los manifestantes.
Debido a las protestas, la administración desplegó un operativo de seguridad en la residencia presidencial, cuando los manifestantes se dirigieron al lugar.
El día anterior, se había anunciado la implementación de medidas estrictas de seguridad para garantizar el orden público durante la marcha. Se advirtió que cualquier persona que participara en actos de violencia sería identificada, detenida y se le aplicaría la Restricción de Concurrencia Administrativa a eventos deportivos, prohibiendo su ingreso a estadios de fútbol en todo el país.
El Gobierno reiteró su postura de no tolerar actos de violencia en eventos de ninguna índole, y advirtió que los involucrados serán procesados e imputados, enfrentando posibles condenas de 3 meses a 2 años de prisión.
Con información de Nota de Prensa
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