La Penitenciaría de Guayaquil nuevamente fue el escenario de enfrentamientos entre reos que, hasta el momento han dejado al menos dos reclusos fallecidos y otros seis heridos, siendo esta parte revuelta parte de la crisis carcelaria que azota a Ecuador desde hace dos años.
Los enfrentamientos tuvieron lugar horas después de que una ola de “atentados terroristas” ejecutados por narcotraficantes mataran a seis personas en dicha ciudad ecuatoriana.
La ola de violencia que comenzó el martes con más de una docena de atentados con explosivos en estaciones de policía, gasolineras y centros de salud de Guayaquil provocó que el miércoles las calles de la ciudad amanecieran desoladas y con militares patrullando, después de que el presidente del país, Guillermo Lasso, decretara el estado de emergencia.
“Ayer fuimos atacados deliberadamente por sabotajes y atentados terroristas orquestados por narcodelincuentes. Esos ataques buscaban generar miedo y caos, pero no lo han logrado”, dijo el miércoles el presidente Guillermo Lasso en una cadena de radio y televisión.
Al parecer lo que desató la crisis en Guayaquil y otras localidades, fue el traslado de unos mil presos de esa cárcel, que se encuentra controlada por bandas del narco
El martes dos coches bomba estallaron cerca de una gasolinera y una estación policial en el puerto de 2,8 millones de habitantes, paralizado por el miedo.
“Se percibe un poco de temor en las calles, y todo está vacío como si fuera sábado por la tarde en el centro de Guayaquil, sin mucho movimiento de carros”, dijo Jorge Argüello, jefe de una empresa editorial, a una agencia de noticias internacional.
La ofensiva llevó a Lasso a declarar un estado de excepción por 45 días en las provincias de Guayas, cuya capital es Guayaquil, y Esmeraldas, que incluye un toque de queda.
Con información de Nota de Prensa