El Papa Francisco pidió este sábado en la Basílica de San Pedro ante unos 8.000 fieles evitar los sentimientos de “derrota” y no perder la esperanza en los actuales “tiempos de guerra”, durante la Vigilia Pascual, celebrada la noche del sábado, según el Vaticano.
Francisco, que hace exactamente una semana fue dado de alta en el hospital tras estar ingresado por una bronquitis, presidió el rito desde un lateral del altar, como ya había hecho el año pasado por sus problemas de rodilla, y solo leyó la homilía de esta celebración, que conmemora la espera ante la resurrección de Jesús.
Siguiendo la tradición de los primeros cristianos, el pontífice también bautizó desde su silla a 8 adultos de Albania, Estados Unidos, Nigeria, Italia y Venezuela.
En su discurso de un mundo en guerra y en el que a veces “parece prevalecer la ley del más fuerte”, expresó que no hay que dejarse llevar por los sentimientos de “derrota”, con el significado de la Pascua como razón para “no perder la esperanza”.
En el inicio de su discurso, el papa dijo que “a veces nos hemos sentido impotentes y desalentados ante el poder del mal, los conflictos que desgarran las relaciones, la lógica del cálculo y la indiferencia que parecen gobernar la sociedad, el cáncer de la corrupción, la propagación de la injusticia, los vientos helados de la guerra”.
“Sentimos simplemente el cansancio de seguir adelante con nuestra vida cotidiana, cansados de arriesgarnos en primera persona ante el muro de un mundo en el que parecen prevalecer siempre las leyes del más listo y del más fuerte”, resaltó.
Por último, también se refirió a la muerte: “Nuestros caminos se detienen ante las tumbas y permanecemos inmóviles llorando y lamentándonos, solos e impotentes para repetir nuestros porqués”.
Mensaje Pascual
Por otro lado, invitó a los fieles a recordar el evangelio de Pascua, destacando que las mujeres no miraron hacia atrás al conocer la resurrección de Jesús. “Salieron del sepulcro deprisa, con miedo y gran alegría, y corrieron a anunciar la noticia a sus discípulos. Ellos traen la noticia que cambiará la vida y la historia para siempre: ¡Cristo ha resucitado!”, Señaló.
Unos 8.000 fieles, de acuerdo con la Santa Sede, vivieron en persona los momentos más simbólicos de esta Vigilia. Entre ellos, la bendición del fuego, el encendido del cirio pascual y la inscripción de la primera y la última letra del alfabeto griego -alfa y omega-. Estas simbolizan que Dios es el principio y el fin.
“La Pascua del Señor nos impulsa a ir adelante, a salir del sentido de la derrota, a hacer rodar la piedra de los sepulcros en los que a menudo encerramos la esperanza, a mirar con confianza al futuro”, concluyó el papa.
Ceremonia
El acto ceremonial inició a oscuras con una solemne procesión que recorrió la imponente Basílica de San Padre, a la que el Pontífice llegó en silla de ruedas. Más adelante, el templo fue iluminándose gracias a los fieles, entre los que había 40 cardenales y 25 obispos. Encendieron uno a uno los cirios para poner fin a la oscuridad, que representa la ausencia de luz tras la muerte de Jesucristo.
Durante la ceremonia de casi 3 horas, se leen pasajes del Antiguo y Nuevo testamento de la Biblia, en idiomas como el latín, italiano, francés y español.
Además, se sigue la tradición de los primeros años de la Iglesia, la de los catecúmenos, los adultos que aspiraban a convertirse al cristianismo. Y por ello, hacia la mitad del rito, Francisco bautizó a 8 adultos de Albania, EE UU, Nigeria, Italia y Venezuela.
Cabe destacar que, si no se anuncian otros cambios, Francisco tiene previsto celebrar la misa del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro. Allí pronunciará su mensaje de Pascua e impartirá la bendición Urbi et Orbi.
Con información de Nota de Prensa