En un lamentable incidente, ocurrido a las 4:00 de la tarde del 14 de diciembre en la peligrosa “curva del diablo” del estado Táchira, fallecieron un sacerdote y un motorizado. La vía, que une a Peracal con San Cristóbal, fue el escenario de este fatal accidente.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de San Antonio del Táchira, Jeamine Colmenares, informó que el sacerdote, Jean Marie OkoKono, y el motorizado, José González, colisionaron y cayeron al vacío, según medios locales.
El sacerdote, de 63 años, conducía una Dodge Caravan verde a alta velocidad., aún se espera el informe de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) para esclarecer las causas exactas del accidente.
El vehículo del sacerdote rodó aproximadamente 110 metros, mientras que la moto quedó a 20 metros de la carretera; se supo que OkoKono regresaba de los actos de asunción de monseñor Lisandro Rivas como obispo de la Diócesis de San Cristóbal y se dirigía hacia la frontera.
Por su parte, José González, de 55 años, viajaba en su moto UM color vinotinto en dirección a San Cristóbal.
La recuperación de los cuerpos contó con la ayuda de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la PNB, el CICPC, Protección Civil (PC) y civiles voluntarios; el padre OkoKono pertenecía a la Diócesis de San Fernando de Apure y era originario de la República Democrática del Congo.
Con información de Nota de Prensa
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